Conversamos con la Dra. Inés Uría, médica patóloga y coordinadora del Laboratorio de Patología de la Clínica acerca de aspectos generales del servicio y su rol central pero poco visible en la dinámica asistencial, y sus diferencias respecto a un laboratorio de análisis clínicos convencional.
La asociación con un laboratorio de análisis clínico convencional, posiblemente sea porque es un lugar donde se analizan muestras. Pero el área es mucho más abarcativa. La Anatomía Patológica es un área de la medicina que estudia la fisiopatología de la enfermedad, expresada en un patrón morfológico. El origen de la anatomía patológica es tan antiguo como la medicina, ya que se basa en la observación directa del órgano enfermo, estudiando los efectos que produce una enfermedad en los órganos del cuerpo. Con el tiempo ha ido incorporando diferentes métodos como la observación microscópica basada en técnicas histológicas, histoquímicas, microscopio electrónico, inmunohistoquímicas, y más recientemente, de las técnicas moleculares de especial aplicación en la patología del cáncer.
Nuestro servicio está conformado por las doctoras Inés Uría y Mary Carmen Muñoz García, ambas médicas con especialidad en Anatomía Patológica. Y por un equipo de técnicas especialistas y personal administrativo.
El servicio recibe muestras de diferentes servicios: ginecología, gastroenterología, oncología y servicios quirúrgicos. Cuando ingresa la muestra al laboratorio, pasa por distintos procesos, acorde a estándares pre establecidos y niveles de urgencia, que llevan varios días. Este tiempo está dado por diferentes factores, desde el período que necesitan los reactivos para hacer bien su función y ayudar al diagnóstico, hasta el proceso metodológico que los profesionales deben dedicar para prepararlos, evaluarlos y finalmente comunicarlo en un informe claro y preciso.
No podemos simplificar el resultado final en un “análisis”, sino que concluye con un informe anatomopatológico que se genera al integrar la información obtenida a través del examen de las muestras de tejido o células, más la información clínica del paciente. Este informe según corresponda tiene una influencia importante en la etapa preventiva (cuando se trata por ejemplos de pap), terapéutica o post terapéuticas en casos de patologías oncológicas.
Pruebas de Inmunohistoquímica
En nuestro laboratorio, las pruebas de inmunohistoquímica que se usan para ayudar a diagnosticar enfermedades como el cáncer o diferenciar entre tipos de cáncer, se envían a Capital Federal para realizar el trabajo de laboratorio técnico y es interpretado en conjunto con el equipo médico del centro de Anatomía Patológica de la Dra. Susana Vighi (Miembro de la Sociedad Internacional de Patólogos Ginecológicos y galardonada con numerosos premios científicos en Argentina y en el exterior). La prueba inmunohistoquímica es un método de laboratorio para el que se usan anticuerpos a fin de determinar si hay ciertos antígenos (marcadores) en una muestra de tejido.
El laboratorio de anatomía patológica es el eslabón principal para llegar a un diagnóstico benigno o maligno de ciertas enfermedades. De esta manera y así los especialistas pueden establecer un pronóstico e indicar un tratamiento adecuado a los pacientes. Enfatizamos: a partir de lo informado, el médico que recibe el reporte, comunica las buenas o malas noticias, en el caso de los segundos, puede decidir cuál es el tratamiento de abordaje.
A pesar de la importancia que se observa, es relativamente poco conocida la actividad que se desarrolla en el área, y la incidencia que tiene en el desarrollo de la medicina. Posiblemente una de las causas sea que se desarrolla, en su mayor parte, fuera del contacto directo con el paciente. Por eso desde Clínica La Pequeña Familia queremos colaborar con la difusión de esta actividad, y estar orgullosos de ser uno de los tres Laboratorios de Anatomía Patológica de la región.